miércoles, 9 de diciembre de 2009

Cuando te vas



Dibujas con tus manos un adiós que duele,
entre el silencio de una noche gris y el frió de una mañana agitada,
Se apagan todas las luces con la ausencia de tu mirada,
ya no esta el farol en la ventana y las persianas se manchan de voces calladas.

Trato de entender lo que pasa, arrancando mil respuestas de la nada,
pero todas ellas de pronto pierden el sentido vapuleadas por el recuerdo de tu mirada,
mientras la razón se escapa, porque en estas cosas, aquella palabra no vale nada,
y así sigue girando el reloj golpeando en cada segundo un espacio de mi alma.

Te marchas como si nada pasara con una calma afilada que me espanta,
con una indiferencia que me desarma, me simplifica y me mata,
y así esta fría tarde de confusa primavera,
el silencio me atrapa, mientras el perfume de tu ausencia me hace nada.